Volviste a los momentos de "subi-baja".
Tenés días en los que, eufórica, gritas a los 4 vientos que tu vida es perfecta, que disfrutas completa y plenamente de todas las actividades que realizas... y después vienen días de bajón total en los que no querés salir de tu casa, no querés sacarte el pijama y no querés socializar con nadie más que tus dos perras...
Llega el momento en el que te das cuenta que estás tapandote de actividades para evitar enfrentar tu situación sentimental... Y ese mismo torbellino de actividades, las que te mantienen en movimiento, son las que te llevan a pensar lo que querías evitar.
Estás reviviendo, una vez más, la historia que querés evitar. Es cierto que cada vez te vas dando cuenta más a tiempo de lo que te pasa y lo podes poner en palabras más facilmente... pero todavía no pudiste evitar evitar el COMIENZO de lo que querés evitar...
Grabaste en tu piel, para no olvidar, la frase más representativa de tu grupo favorito, para recordarte a vos misma, día a día lo que debías hacer...
... "Descansa tu agotada cabeza y deja que tu corazón decida"...
El conflicto empieza porque tu cabeza sigue luchando por dominar...
El conflicto llega cuando tu corazón decide seguir un camino que tiene un dudoso final...
El conflicto está cuando "el problema radica en dejar a tu corazón decidir"...
