Viste esos momentos en que pretendés arreglar el mundo con tus ideas, mientras no podés dejar de mirar la pelusa que recorre cada centrímetro mugroso del piso del subte?
No son acaso los mejores para darte cuenta que probablemente ni siquiera tu vida podés arreglar si seguís con esa actitud?... Nena, si te empeñás en hacér lo mismo, en el mismo lugar, de la misma manera... ¿Qué carajo pretendés cambiar?
En ese vago intento por entender, por entenderte, por intentar responder las millones de preguntas que te acaba de injertar en la cabeza tu terapeuta, justo ahí surge ésto... Porque es claro y obvio que aunque lo intentes con todas tus fuerzas, no podés predecir el próximo movimiento de la pelusa, entonces... mejor decidite y concentrate en resolver tu vida... o al menos, darle un rumbo "lógico y razonable"...
;-)
Mientras tanto, Intoxicados dice:
Cuando camino solo trato que nada me distraiga
seguramente estoy colgado en esas cosas que nadie te puede explicar.
Armando mi propia religión
mi espíritu está tratando de encontrar
una buena razón para justificar vivir en este lugar.
seguramente estoy colgado en esas cosas que nadie te puede explicar.
Armando mi propia religión
mi espíritu está tratando de encontrar
una buena razón para justificar vivir en este lugar.

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